Sucre: Donde el Caribe se Encuentra con la Historia
El estado Sucre es un vibrante mosaico de paisajes que se extienden desde las costas del Mar Caribe hasta la frondosa Península de Paria. Es un destino ideal para quienes buscan sol, arena, historia colonial y una rica tradición gastronómica.
Considerada una de las playas más hermosas del mundo, famosa por sus cocoteros que llegan hasta la orilla y su arena dorada.
Ubicada en el municipio Arismendi, es mucho más que una simple playa; es un extenso litoral abierto al Mar Caribe, famoso por su ambiente sereno, su oleaje enérgico y, sobre todo, por ser un importante santuario para las tortugas marinas.
Se encuentra en la entrada de la ciudad de Carúpano, justo en la Carretera Nacional Cumaná-Carúpano (Troncal 9). Su fácil acceso la convierte en un punto de encuentro frecuente para locales y turistas que recorren el oriente venezolano.
Un asentamiento histórico y punto de partida para visitar las famosas Haciendas de Cacao, donde se produce uno de los mejores cacaos del mundo.
Compuesto por un conjunto de islas, islotes y bahías de aguas cristalinas, es perfecto para el buceo, snorkel y paseos en lancha. Playas como Playa Colorada y Arapito son muy populares.
Contrasta con el resto del estado con su paisaje más desértico, pero alberga el imponente Castillo de Araya o Castillo de Santiago de Arroyo, una fortaleza militar del siglo XVII.
Un balneario con aguas termales, acuarios naturales y esculturas, un destino de ecoturismo diferente cerca de las playas.
Un gigante natural de 72.000 hectáreas, para que te hagas una idea: es casi tres veces el tamaño de Manhattan o más grande que toda la ciudad de París.
No hay carreteras ni edificios que rompan el paisaje: solo manglares, caños y una planicie que parece no terminar nunca. Un territorio inhóspito, imponente y aún intacto, donde la naturaleza marca las reglas.